De cómo el arcipreste fuer enamorado.

 Así fuer que un tiempo una dueña me priso,                77
 de su amor non fuy en ese tiempo repiso,
 siempre avía d'ella buena fabla e buen riso,
 nunca ál fiso por mí, ni creo que faser quiso.
 
Era dueña en todo, e de dueñas señora,                      78
 non podía estar solo con ella una hora,
 mucho de omen se guardan allí do ella mora;
 más mucho que non guardan los jodíos la Tora (13).
 
Sabe toda noblesa de oro e de seda,                          79
 complida de muchos bienes anda mansa e leda,
 es de buenas costumbres, sosegada, e queda,
 non se podría vençer por pintada moneda.
 
Enviel' esta cantiga que es deyuso puesta                     80
 con la mi mensagera, que tenía empuesta;
 dise verdad la fabla, que la dueña compuesta,
 si non quier'el mandado, non da buena respuesta.
 
Dixo la dueña cuerda a la mi mensagera:                      81
 «Yo veo otras muchas creer a ti, parlera,
 »et fállanse ende mal: castigo en su manera,
 »bien como la raposa en agena mollera.»