488
Además, cuando vieres a quien trata con ella;
sea o no de familia, salúdale, por ella;
obséquiale si puedes, jamás tengas querella,
pues las delicadezas rendirán a la bella.
489
Por muy poquilla cosa de lo tuyo que dieres
te servirá lealmente, hará lo que quisieres,
hará por los dineros todo cuanto pidieres;
ya fuere mucho o poco, da siempre que pudieres.
490
Hace mucho el dinero, mucho se le ha de amar;
al torpe hace discreto, hombre de respetar,
hace correr al cojo, al mudo le hace hablar;
el que no tiene manos bien lo quiere tomar.
491
Aun el hombre necio y rudo labrador
dineros le convierten en hidalgo doctor;
cuanto más rico es uno, más grande es su valor,
quien no tiene dineros no es de sí señor.
492
Si tuvieres dinero tendrás consolación,
placeres y alegrías y del Papa ración,
ganarás Paraíso, ganarás salvación:
donde hay mucho dinero hay mucha bendición.
493
Yo vi en corte de Roma, do está la Santidad,
que todos al dinero tratan con humildad,
con grandes reverencias, con gran solemnidad;
todos a él se humillan como a la Majestad.
494
Creaba los priores, los obispos, abades,
arzobispos, doctores, patriarcas, potestades;
a los clérigos necios dábales dignidades,
de verdad hace mentiras; de mentiras, verdades.
495
Hacía muchos clérigos y muchos ordenados,
muchos monjes y monjas, religiosos sagrados,
el dinero les daba por bien examinados:
a los pobres decían que no eran ilustrados.
496
Ganaba los juicios, daba mala sentencia,
es del mal abogado segura mantenencia,
con tener malos pleitos y hacer mala avenencia:
al fin, con los dineros se borra penitencia.
497
El dinero quebranta las prisiones dañosas,
rompe cepos y grillos, cadenas peligrosas;
al que no da dinero le ponen las esposas.
¡Hace por todo el mundo cosas maravillosas!
498
He visto maravillas donde mucho se usaba:
al condenado a muerte la vida le otorgaba,
a otros inocentes, muy luego los mataba;
muchas almas períia, muchas almas salvaba.
499
Hace perder al pobre su cabaña y su viña,
sus muebles y raíces, todo lo desaliña;
por todo el mundo anda su sarna. y su tiña;
donde el dinero juega allí el ojo guiña.
500
El hace caballeros de necios aldeanos,
condes y ricoshombres de unos cuantos villanos,
con el dinero andan los hombres muy lozanos,
cuantos hay en el mundo le besan hoy las manos.
501
Vi que tiene el dinero las mayores moradas,
altas y muy costosas, hermosas y pintadas;
castillos, heredades y villas torreadas
al dinero servían, por él eran compradas.
502
Comía los manjares de diversas naturas,
vestía nobles paños, doradas vestiduras,
muchas joyas preciosas, bagatelas y holguras,
ornamentos extraños, nobles cabalgaduras.
503
Yo he visto a muchos monjes en sus predicaciones
denostar al dinero y a las sus tentaciones,
pero, al fin, por dinero otorgan los perdones,
absuelven los ayunos y ofrecen oraciones.
504
Aunque siempre lo insultan los monjes por las plazas,
guárdanlo en el convento, en vasijas y en tazas,
tapan con el dinero agujeros, hilazas;
más escondrijos tienen que tordos y picazas.
505
Dicen frailes y clérigos que aman a Dios servir,
mas si huelen que el rico está para morir
y oyen que su dinero empieza a retiñir,
por quién ha de cogerlo empiezan a reñir.
506
Clérigos, monjes, frailes no toman los dineros,
pero guiñan el ojo hacia los herederos
y aceptan donativos sus hombres despenseros;
mas si se dicen pobres, ¿para qué tesoreros?
507
Allí están esperando el más rico madero;
al que aún vive recitan responsos, ¡mal agüero!
Cual los cuervos al asno le desuellan el cuero:
-Cras, cras, le llevaremos, que ya es nuestro por fuero!
508
Toda mujer del mundo, aunque dama de alteza,
págase del dinero y de mucha riqueza,
nunca he visto una hermosa que quisiera pobreza:
donde hay mucho dinero allí está la nobleza.
509
El dinero es alcalde y juez muy alabado,
es muy buen consejero y sutil abogado,
alguacil y merino, enérgico, esforzado;
de todos los oficios es gran apoderado.
510
En resumen lo digo, entiéndelo mejor:
el dinero es del mundo el gran agitador,
hace señor al siervo y siervo hace al señor;
toda cosa del siglo se hace por su amor.
511
Por dineros se muda el mundo y su manera
toda mujer cuando algo desea es zalamera,
por joyas y dineros andará a la carrera;
el dar quebranta peñas, hiende dura madera.
512
Deshace fuerte muro y derriba gran torre,
los cuidados y apuros el dinero socorre,
hace que del esclavo la esclavitud se borre;
de aquel que nada tiene, el caballo no corre.
513
Las cosas que son graves hácelas de ligero;
por tanto, con la vieja sé franco y lisonjero,
ya sea poco o mucho, no vaya sin logrero:
no me pago de chanzas donde no anda el dinero.
514
Si no le dieras nada, cosa mucha ni poca,
sé franco de palabra, sin decir frase loca;
si no hay miel en la orza, que la haya en la boca;
mercader que esto hace vende bien y bien troca.
Juan Ruiz, Arcipreste de Hira, Libro de buen amor.
Versión modernizada de María Brey Mariño. Décimo-octava
edición
Madrid: Castalia, 1995
[Este texto es parte de los consejos que le da don Amor al Arcipreste,
cuando se le presenta en sueños y le dice lo que tiene que hacer
para
poder tener éxito en sus correrías amorosas]